José interpreta los sueños Génesis 40-41
Un día dos funcionarios del faraón, o sea al rey de Egipto, le ofendieron el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, a causa de ello fueron mandado presos a la misma cárcel donde estaba José. El capitán de la guardia encargó a José que atendiera a estos funcionarios, y ellos pasaron mucho tiempo en la cárcel.
Una noche el copero y el panadero tuvieron cada uno un sueño. Por la mañana, cuando José vino a verlos, los encontró muy preocupados; así que les preguntó: -- ¿Por qué tienen hoy tan mala cara? – Tuvimos un sueño y no hay quien nos explique lo que quiere decir – contestaron ellos.
-- ¿Y acaso no es Dios quien da las interpretaciones? -- preguntó José --. Vamos, cuéntenme lo que soñaron. Entonces el jefe de los coperos le contó su sueño. Y José interpretó que en tres días el faraón revisara su caso y lo pondría de nuevo en su trabajo. Además, José le dijo al funcionario – Cuando esto suceda, acuérdese usted de mí, y por favor háblele de mí a faraón para que me saque de este lugar. ¡Compadézcase de mí! A mí me robaron de la tierra de los hebreos, y no merezco estar en la cárcel porque no he hecho nada malo.
Cuando el jefe de los panaderos vió que José había dado una interpretación favorable, le contó su sueño a José. Pero, la interpretación que José le dio al jefe de los panaderos no era favorable. El le dijo que dentro de tres días el faraón revisara su caso y haría que lo cuelguen de un árbol y las aves se comerían su carne.
Al tercer día era el cumpleaños del faraón, y él hizo una gran fiesta para todos sus funcionarios. Delante de sus invitados, el faraón mandó sacar de la cárcel al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos. Al copero lo puso de nuevo en su trabajo, y él volvió a darle la copa al faraón, como antes; pero al panadero lo mandó ahorcar, tal como José lo había interpretado. Sin embargo, el copero no volvió a acordarse de José.
Pasaron dos años. Un día, el faraón soñó. Al día siguiente por la mañana estaba muy preocupado, y ordenó que vinieran todos los adivinos, y sabios de Egipto. El faraón les contó sus sueños, pero ninguno de ellos pudo decirle lo que significaban. Entonces el jefe de los coperos le dijo al faraón:
-- Ahora me acuerdo de lo mal que me he portado. Había un joven hebreo en la cárcel conmigo y el jefe de los panaderos. Relatamos a él algunos sueños que tuvimos. y él los interpretó, y nos dijo su significado. ¡Y todo pasó tal como él nos lo había dicho! Yo volví de nuevo a mi trabajo, y el otro fue ahorcado.
Entonces el faraón mandó a llamar a José, y lo sacaron inmediatamente de la cárcel. José se cortó el pelo, se cambió su ropa y se presentó delante del faraón. Y el faraón le dijo:
-- He tenido un sueño y no hay quien pueda interpretarlo, pero he sabido que cuando tú oyes un sueño lo pudes interpretar.
– Eso no depende de mí – contestó José -- ; pero Dios le dará a Su Majestad una contestación para su bien.
El faraón le dijo a José: -- En mi sueño, yo estaba de pie a la orilla del río Nilo, y del río salieron siete vacas gordas y hermosas, que comían hierba entre los juncos. Detrás de ellas salieron otras siete vacas, muy feas y flacas. ¡Jamás había visto yo vacas tan feas en todo Egipto! Estas vacas flacas y feas se comieron a las primeras siete vacas gordas; pero aunque ya se las habían comido, nadie podría haberse dado cuenta, porque seguían tan flacas como antes. Me desperté, pero después tuve otro sueño en el que siete espigas de trigo, llenas y hermosas, crecían. Detrás de ellas crecían otras siete espigas, secas, delgadas y quemadas. Estas espigas secas se comieron a las siete espigas hermosas.
Entonces José le contestó al faraón: Los dos sueños que tuvo Su Majestad, son uno solo. Las siete vacas hermosas y las siete espigas hermosas representan siete años de mucha abundancia que vendrán en todo Egipto. Y después vendrán siete años de gran escasez, representado por las siete vacas flacas y feas y las siete espigas secas y quemados. Su Majestad tuvo el mismo sueño dos veces, porque Dios está decidido a hacer esto, y lo va a hacer muy pronto.
Por lo tanto, sería bueno que Su Majestad buscara un hombre inteligente y sabio, para que se haga cargo del país. Haga que vaya por todo el país y recoja parte de todas las cosechas de Egipto, durante los seite años de abundancia. Haga que lo guarde para que la gente no muera de hambre durante los siete años de escasez que habrá en Egipto.
El plan les pareció bien al faraón y sus funcionarios, así que el faraón les dijo: -- ¿Podemos encontrar otro hombre como este, que tenga el espíritu de Dios?
Y a José le dijo:
-- No hay nadie más inteligente y sabio que tú, pues Dios te ha hecho saber todo esto. Tú te harás cargo de mi palacio, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes. Solo yo seré más que tú, porque soy el rey. Mira, yo te nombro gobernador de todo el país de Egipto.
Al decir esto, el faraón se quitó de la mano el anillo que tenía su sello oficial y se lo puso a José. Luego ordenó que lo vistieran con ropas de lino muy fino y que le pusieran un collar de oro en el cuello. Después lo hizo subir en el carro que siempre iba después del suyo, y ordenó que gritaran delante de él: “¡Abran paso¡”
Luego el faraón le dijo: -- Aunque yo soy el faraón, nadie en todo Egipto moverá un dedo sin tu permiso. El faraón le puso a José un nombre egipcio y le dio por mujer una egipcia. José tenía treinta años cuando lo llevaron ante el faraón.
José se despidió del faraón y comenzó a viajar por todo Egipto. La tierra produjo muchísimo durante los siete años de abundancia, y José recogió todo el trigo que hubo en el país esos siete años; lo guardó en la ciudades. José recogió trigo como si fuera arena del mar. Era tanto el trigo, que dejó de medirlo, pues no se podía llevar la cuenta.
Antes de que empezaran los años de escasez, José tuvo dos hijos con su esposa. Al primero lo llamó Manasés y al segundo lo llamó Efraín.
Pasaron los siete años de abundancia que hubo en Egipto, y comenzaron los siete años de escasez, tal como José lo había dicho. Hubo hambre en todos los países, pero menos en Egipto.
Cuando el hambre se extendió por todo el país, José abrió todos los graneros donde había trigo, para venderlo a los egipcios. Venían de todos los países a Egipto, a comprarle trigo a José, pues en ningún país había qué comer.
Sí, así es. Esta es la historia que encontramos en la palabra de Dios. Ahora, vamos a repasar la historia haciendo algunas preguntas.
Preguntas:
1. El jefe de todo Egipto era un rey. ¿Qué otro nombre tenía él? ---- Faraón.
2. ¿Qué les pasaron a dos funcionarios del faraón --- El jefe de los coperos y el jefe
de los panaderos? ---- El faraón se enojó con esos dos funcionarios y los mandó
presos a la cárcel, al mismo lugar donde José estaba preso. Ellos pasaron mucho
tiempo en la cárcel.
3. Una noche los dos funcionarios tuverion sueños que los dejaron muy preocupados.
¿Cómo ayudó José a estos dos hombres? ---- José interpretó los sueños de ellos.
4. ¿Quién le dio a José la sabiduría para interpretar los sueños? ---- Dios.
5. ¿Cómo interpretó José el sueño del jefe de los coperos? ---- José le dijo que en tres
días el faraón iba a revisar su caso y lo pondría de nuevo en su trabajo, dando la copa
al faraón tal como antes lo hacía.
6. Después de interpretar su sueño, ¿qué pidió José a este funcionario de faraón? ----
Que se acuérde de él cuando este en la presencia de faraón otra vez.
José quería que el jefe de los coperos hablara de él al faraón porque él no merecia
estar en la cárcel porque no había hecho nada malo.
7. ¿Qué le dijo José al jefe de los panaderos? ---- José le dijo que en tres días el faraón
iba a revisar su caso y haría que lo cuelguen de un árbol y las aves se comerián su
carne.
8. ¿Sucedio en las vidas de estos funcionarios en la manera en que José les dijo? ----
Sí.
9. ¿Qué nos enseña eso acerca de Dios? ---- Que Dios le ayudó a José a decirles la
verdad a estos dos funcionarios.
10. ¿El jefe de los coperos volvió a acordarse de José cuando él volvió a su trabajo? ----
No.
11. ¿Cuando volvió a acordarse el jefe de los coperos de José? ---- Dos años después
cuando él escuchó que el faraón había tenido un sueño y que sus adivinos y sabios
de Egipto no pudieron decirle su significado.
12. ¿Cómo sabemos que el faraón creyó lo que le dijo el jefe de los coperos acerca de
José? ---- El faraón mandó llamar a José de la cárcel.
13. ¿Cómo respondió José cuando el faraón le dijo que él sabía que José podía
interpretar los sueños? ---- José le contestó que la interpretación de los sueños no
depende de él, sino de Dios.
14. Entonces, el faraón empezó a relatar sus sueños. ¿Cuantos sueños había tenido el
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